martes, 12 de febrero de 2013

Eco


Era el día señalado. Del armario sacó un traje de orgullo, aquel con el que un día se comió el mundo. En el perchero ahorcó la angustia que la atenazaba. Abrió el grifo y dejó correr el agua mientras dejaba que su frustración se diluyera en ella. En el primer cajón del mueble que aun quedaba en el salón encerró el cansancio, ese que los turnos dobles habían convertido en su sombra. Escondió debajo de la cama su impotencia, ahogó la tristeza en un par de copas de vino, abrazó a su pequeña que la observaba preocupada desde un rincón de la cocina y, por fin, cerró la última maleta. Estaba preparada.

Se acercó a la ventana, subió la persiana y la luz fue tan intensa que ni sus ojos pudieron soportarla.

- Te lo dije mamá, no se puede guardar un secreto en una casa con tanto eco.








(Ya está bien)




lunes, 11 de febrero de 2013

Licantropía


Estimado vecino:

Queremos informarle que estamos al corriente de su especial condición. Deseamos asímismo felicitarle por lo bien que ha logrado integrarse en esta comunidad en particular y en la vida del barrio en general. Como habrá podido observar está conviviendo con gente tolerante y cordial que no tendrá reparo alguno en ayudarle en todo aquello que necesite o crea conveniente solicitar.
No es nuestra intención inmiscuirnos en modo alguno en sus costumbres y, por supuesto, en las motivaciones que le hacen abandonar su vivienda a horas tan intempestivas en noches de luna llena. Insisto en que no sabemos, ni queremos saber, lo que hace o deja de hacer en tales salidas.
No obstante y, en aras de una feliz convivencia, me veo en la obligación de rogarle que si sigue utilizando el canalón de la fachada sur para salir del edificio y atraviesa por lo tanto los jardines comunitarios, utilice las bolsas para las cacas que el ayuntamiento, en respuesta a la solicitud cursada por esta comunidad, ha tenido a bien colocar junto a las papeleras.

Sin otro particular, le saluda cordialmente

Silvano Verdejo Balagueró

Presidente de la comunidad.


Precipicios



'Algunos sirven para vivir, otros para dejar de hacerlo', solía decir. Hoy fui a visitarla, llamé a la puerta y nadie contestó. Habrá salido.

domingo, 10 de febrero de 2013

Equidistancia



Creédme si os digo que sabe lo que quiere.
Él es así, seguro y decidido. Reparte al hablar 'siempres' y 'nuncas' con asombrosa firmeza. Su filosofía rebosa verdades y mentiras absolutas. Hace de su causa bandera y reino, posee una voluntad de hierro y es perfeccionista hasta rozar lo enfermizo. Sí que lo sabe, le conozco bien. En numerosas ocasiones lo ha tenido tan cerca que ha podido tocarlo con la punta de los dedos, un error de cálculo que se promete a sí mismo no volver a cometer.

Mirad, ahí está, todo honor y dignidad, con la vista al frente y el paso firme... huyendo de todo aquello que persigue.