Me gusta como suena "mundo amarillo" quizá porque hay muchas cosas buenas que empiezen por "am" o porque es algo que todos tenemos y a lo que nunca supimos dar nombre. Conocí el mundo amarillo en uno de estos viajes que de vez en cuando me da por hacer, de esos en los que el maletero va vacío y tan solo te acompañan un par de libros, tu videojuego favorito, tu música, una botella de licor y toda la comida precocinada que puedas consumir.
Esta vez le tocó el turno a Albert Espinosa, un tipo al que vi en una entrevista en televisión poco tiempo atrás; es una de esas personas que derrocha vitalidad, ganas y entusiasmo por los cuatro costados a pesar, o quizá como consecuencia, de una salud que a punto estuvo de darle pasaporte en más de una ocasión. Sea por la razón que fuere su energía es contagiosa y su optimismo estimulante.
Pero ¿qué es el mundo amarillo?. No es un mundo imaginario ni ideal sino que se alimenta de la realidad que nos rodea, en el que se conciben los sueños, en el que las pérdidas no son tales y en el que las verdades no son nunca ilusiones rotas. Un mundo habitado por, como no podía ser de otra forma, 'amarillos'.
Los 'amarillos' son aquellas personas que, de repente, aparecen en tu vida e influyen en ella de una manera extraordinaria. No hay reglas al respecto, pueden aparecer entre tus familiares, amigos, amantes o ser perfectos desconocidos. Pueden estar contigo años, meses o tan sólo minutos pero siempre agradecerás su cercanía, su contacto, su ternura, sus abrazos. No es necesario verles a menudo ni mantener un contacto continuo con ellos. La relación con un 'amarillo' no es fruto del azar ni de las coincidencias, están ahí para ti, simplemente debes aprender a reconocerlos. Permanecerán en tu vida hasta que cumplan su cometido y luego desaparecerán de la misma forma que aparecieron porque tienen, y deben tener, una fecha de caducidad.
Los 'amarillos' no se pierden ni se ganan, siguen su camino y, por difícil que resulte a veces, no debes alterarlo porque entonces dejarían de serlo. No son amigos ni amores, están a otro nivel y ah!! un pequeño detalle, si se van, no vuelven.
Me gusta esa forma de entender las relaciones entre las personas, le da sentido a muchas cosas. Los 'amarillos' no son fáciles de encontrar, los míos podrían contarse con los dedos de una mano. Pueden estar en el autobús que te lleva a diario a tu trabajo, puede ser un vecino, alguien que viste mientras esperabas tu vuelo en el aeropuerto, un compañero, un amigo o un amante.
Abre tu mente y sal a buscar tus 'amarillos', puede que los encuentres o que te encuentren ellos a tí, en cualquier caso, siempre ganarás.
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